jueves, 9 de junio de 2011

El Teatro de los Jóvenes Xalapeños.

Por Omar García Gómez
Ectivista Colaborador de Veracruz

Todos en algún momento hemos interpretado diversos papeles, hemos sido reyes, doctores, papás y mamás, entre alguns otros, productos de nuestra vasta imaginación.

Se dice que en el teatro, el hombre transmite sus emociones a través de su cuerpo, de sus sonidos; y que inclusive el alma se hace presente para mostrarnos lo hermoso de cada momento. Siempre ha existido el idealismo que quienes se suban a un escenario sólo son aquellos que se dedican toda su vida al entretenimiento, pero hoy podemos afirmar que no, gracias a unos jóvenes universitarios; quienes con el simple afán de sentir por vez primera el calor de los reflectores, el enervante sonido de los aplausos y elogios, y porque no decirlo, hasta el sentimiento mismo de dejarlo todo arriba de un escenario; nos han demostrado que el teatro es para quien quiera y se sienta cómodo, que no hay límites para lo que quieras decir.

Tal vez muchos de nuestros lectores al leer las líneas anteriores, piensen que me refiero a los alumnos de la facultad de artes, pues lamento decepcionarlo, en esta ocasión no me centraré en ellos, sino en alumnos de un área que bien se presta al juego de interpretación; me refiero a los jóvenes que estudian carreras como: “Administración de Negocios Internacionales, Publicidad y Relaciones Públicas, y Relaciones Industriales” todos ellos de la máxima casa de estudios de la universidad veracruzana, quienes bajo la batuta del célebre maestro y actor, Eduardo Azouri Miranda, han desarrollado hasta el momento dos puestas en escena, teniendo la gran participación de toda una comunidad escolar cuyo perfil está evocado hacia las ciencias administrativas y sociales.

Su principal reto fue involucrar a jóvenes de las distintas carreras a participar, al igual que a los maestros de este plantel, el resultado de tan arduo esfuerzo y dedicación fue, sin lugar a duda una de las mejores comedias decembrinas que hayamos visto: “El Ángel Sonso”; y tras el éxito de la obra, se decidió seguir con el proyecto de sensibilización, participación y sobretodo unión, dando secuela ahora al tema más controvertido y del que todos en más de una ocasión hemos caído, me refiero a aquél maravilloso sentimiento, tan difícil de explicar y fácil de reconocer: “El Amor”, poniendo en puesta las grandes obras que han retratado este bello sentimiento.

Esperemos que nuestros amigos sigan llevando esta forma de cultura ante este nuevo público, aunque sea en un espacio pequeño, en el auditorio de alguna facultad, o en un café que permita conjugar esta noble expresión del arte. Enhorabuena muchas felicidades a estos jóvenes ectivistas que hay demostrado que para hacer teatro, sólo se necesita algo que decir y la voluntad de decirlo; haciendo de ello ahora una parte de su vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario